El consorcio es una modalidad muy popular en Brasil, donde un grupo de personas se financia con algún tipo de ahorro. Es muy común para la compra de bienes inmuebles o automóviles, pero también para la compra de servicios, como viajes.
Muchas personas se unen a un consorcio para tener algún tipo de venta planificada como alternativa a la financiación. Sin embargo, la adquisición del producto o servicio se realiza únicamente con la contemplación del miembro del consorcio.
Durante los meses de pago de las cuotas se organizan extracciones para definir los beneficiarios que recibirán la carta de crédito para adquirir el inmueble deseado.
¿Cómo funciona la carta de crédito?
La estipulación de un consorcio de cualquier tipo se realiza mediante la emisión de una carta de crédito. En el caso del primero de ellos, la carta de crédito se emite de forma inesperada, hasta que se pueda participar y empezar a participar en los sorteos en los meses siguientes.
La carta de crédito es conocida sobre todo por el resultado positivo en el que hay un reflejo a favor del miembro del consorcio.. De esta manera, pasa a conocerse como una carta de crédito contemplada.
Con la carta de crédito prevista, el miembro del consorcio queda autorizado para adquirir el bien con las características y valores autorizados en el contrato.
Luego del examen, el siguiente paso es responsabilidad del administrador del consorcio, quien puede solicitar prueba del proyecto antes de autorizar la adquisición.
Sin embargo, cabe recordar que la contemplación depende de la participación en un sorteo, lo que hace incierto cuándo se podrá recibir la carta de crédito. Esto puede suceder antes de que haya terminado de pagar las cuotas mensuales o al final de todo el período.
¿Cómo funciona el consorcio?
Los consorcios son administrados por la Ley no. 11.795 de 2008, donde todos los directores deben ser autorizados por el Banco Central como supervisores de estas empresas.
Un consorcio se forma a partir de los ahorros de un grupo de personas con los mismos intereses y que se autofinancian. El dinero que se invierte en conjunto forma un fondo dividido en acciones.
Quien desee participar en un consorcio debe adquirir una participación, invertir en este fondo con cuotas mensuales y pagar el capital.
Como se puede apreciar, para recibir una carta de crédito contemplada es necesario participar en el sorteo que realiza el administrador del consorcio. La contemplación también puede tener lugar mediante ofertas propuestas por los miembros del consorcio.
La oferta de ofertas, sin embargo, depende de cómo esté estructurado el consorcio para hacerlo. Los consorcios se pueden encontrar en el mercado de diferentes formas:
- Tiro libre: modalidades en las que es posible proponer cualquier oferta proporcional a los plazos hasta el final del consorcio.
- oferta fija: cuando el administrador del consorcio defina un porcentaje mínimo para la oferta.
- oferta integrada: corresponde a un porcentaje del valor de la carta de crédito. En este caso, hacer una oferta equivale a renunciar a una parte del crédito que hubiera sido al final.
En algunos consorcios inmobiliarios, por ejemplo, puede ser posible licitar con saldos del FGTS.
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