El término “ramp-up” se refiere a la fase inicial de la producción industrial, destinada a comercializar un nuevo producto. La fase de aceleración, también conocida como "rampa de producción", tiene lugar inmediatamente después del final del proyecto y las pruebas, es decir, después de la producción de los prototipos y el lote piloto.
La fase de aceleración se caracteriza por un aumento gradual de la producción, hasta que se alcanza una estabilización. El uso más común de este concepto se refiere a los artefactos. Sin embargo, también se puede utilizar en otro tipo de industria. Un ejemplo es la industria minera, que también pasa por una fase de adaptación de sus instalaciones antes de alcanzar la plena producción.
El comienzo de la producción comercial requiere un ajuste de la producción. En caso de producción, la empresa puede optar por utilizar una instalación existente, reemplazando repentina o gradualmente la producción de otro producto, o lanzando una nueva línea.
Por muy bueno que sea el diseño, será al principio de la producción cuando se hagan los cambios finales. Por esta razón, la producción de lanzamiento generalmente comienza a un ritmo más lento y aumenta gradualmente, hasta que se logra una productividad óptima con la más alta calidad. Es a partir de este crecimiento que se deriva el término rampa-up.
Según los expertos, el tiempo que tarda una industria en alcanzar su plena capacidad de producción puede variar de 1 a 6 meses. El período de tiempo objetivo para una calidad y productividad óptimas oscila entre 1 mes y 1 año.
La planificación y eficiencia de los estudios en la etapa de diseño son factores que determinan el tiempo de aceleración. Idealmente, el producto debería alcanzar el nivel de aceleración con la menor cantidad de ajustes necesarios, ya que los cambios en esta etapa son más costosos.
A medida que se acortan los ciclos de vida de los productos, con la demanda de lanzamientos que hacen que los nuevos productos queden obsoletos más rápidamente, las empresas deben acelerar la fase de aceleración.
Sin embargo, esta aceleración no puede hacerse a expensas de la calidad de los primeros lotes puestos en el mercado, ya que esto dañaría la reputación del producto y, en consecuencia, su éxito.
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