Los Certificados de Reclamaciones Inmobiliarias (CRI) son valores de renta fija respaldados por crédito inmobiliario.
El CRI está exento del impuesto sobre la renta para inversores privados, pero no se beneficia de la asistencia del Fondo de Garantía de Crédito (FGC).
El capital invertido es captado por empresas vinculadas al sector inmobiliario, aumentando la liquidez del sector y ofreciendo préstamos inmobiliarios como garantía.
¿Cómo funciona el CRI?
El CRI es emitido exclusivamente por sociedades titularizadoras. Estos actúan como intermediarios entre quienes quieren invertir y quienes quieren endeudarse para utilizarlos en un negocio inmobiliario.
Los títulos valores funcionan como créditos, obligando a las constructoras o empresas del sector a recibir por anticipado los inmuebles que construyen. La alternativa sería esperar mucho tiempo para recibir de todos los clientes, lo que podría comprometer la inversión.
La sociedad de titulización es subcontratada por estas sociedades, con el objetivo de captar fondos por adelantado. A partir de entonces, el inversor CRI es remunerado con intereses hasta el vencimiento del contrato.
La mayoría de los CRI tienen plazos que van de 3 a 10 años, y antes de eso, los inversores solo pueden vender su participación en un mercado secundario. Esto significa que no es posible recuperar el dinero invertido antes del vencimiento, pero el inversor puede vender su participación a otros inversores.
Las acciones de CRI se pueden encontrar fácilmente en las plataformas de corretaje, que tienen acceso a los mercados de inversión.
Los CRI también se encuentran en los fondos de inversión, donde los gestores recogen y gestionan diferentes tipos de esta demanda.
Rentabilidad del CRI
La retribución de los inversores CRI es una renta fija cuyas condiciones ya se conocen desde el inicio de la aplicación.
Al invertir en el valor, la remuneración puede ser:
- prefijo: tipo de interés fijo, acompañado o no de un índice de inflación como el IPCA o el PGI-M.
- sufijo: con tipo de interés ligado a un coeficiente variable, como el CDI.
Los términos de inversión deben consultarse antes de invertir, como las tasas de interés que pagan y los términos de cada título.
Además, hay valores mínimos de entrada en los que puede invertir. Algunas aplicaciones pueden requerir valores más o menos convenientes, dependiendo del proyecto del inversionista.
CRI y CRA
Las CRA son certificados de crédito agrícola y también son valores de renta fija, pero respaldados por crédito agrícola.
El funcionamiento de la CRA es similar al CRI en términos de rentabilidad y exención del impuesto a la renta. Tampoco forma parte de los FGC.
Este par de inversiones de renta fija se diferencia de otras que incluyen LCI y LCA. Estos últimos son cartas de crédito que, de la misma forma, captan fondos para el sector inmobiliario (LCI) y para el sector agroalimentario (LCA).
LCI y LCA también están libres de IR y son parte del FGC, a diferencia de CRI y CRA.
Entienda mejor qué son y cómo invertir en LCI y LCA.
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