La logística inversa es el área administrativa que se ocupa del flujo físico de los productos, en general, desde el punto de consumo hasta el punto de origen. También se conoce como logística inversa.
Este enfoque es parte de la gestión de la cadena de suministro de una empresa que implica la eliminación adecuada y la reutilización de materiales.
Otra definición importante de Logística Inversa está relacionada con la protección del medio ambiente y está presente en la ley 12.305/10 conocida como Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS):
Herramienta de desarrollo económico y social caracterizada por un conjunto de acciones, procedimientos y medios encaminados a permitir la recolección y devolución de los residuos sólidos al sector empresarial, para su reutilización, en su ciclo o en otros ciclos productivos, u otro destino final respetuoso con el medio ambiente. .
Este reglamento prevé el correcto manejo de los residuos sólidos y desechos generados por el proceso productivo de las empresas, además de la estructuración que se debe seguir en este sentido. Este es el caso de la creación de canales separados de recogida.
¿Cómo funciona la logística inversa?
La logística inversa es un concepto amplio que combina el movimiento inverso de materiales con otras aplicaciones en el ciclo comercial.
Su formato más conocido es el de actuar para compartir la responsabilidad entre los agentes corporativos, los ciudadanos, las empresas y el sector público en la devolución de productos y sus derivados.
El enfoque que lo involucra consiste en controlar, a través de canales de distribución inversa, los flujos logísticos de bienes e información que permitan la generación de valor económico y la reducción del impacto ambiental.
Al ser un proceso complejo, algunas empresas incluso terminan subcontratando este servicio. Además de ser obligatorio por ley, la ventaja de la gestión empresarial de logística inversa puede convertirse en una ventaja competitiva.
Mediante la gestión de residuos y la optimización del proceso productivo, mejora, por ejemplo, la imagen de marca ante el consumidor.
Para ello, la organización deberá adoptar canales de distribución adecuados divididos en varias fases hasta la devolución de los residuos a sus propias instalaciones.
Logística inversa de posventa
La logística inversa del mercado de accesorios está relacionada con el apoyo al uso del producto después de que se vende.
Pueden ser, por ejemplo, productos defectuosos, mal enviados o incluso a pesar del consumidor.
Las empresas que adoptan esta logística inversa buscan formas de recolectar el producto y revenderlo. Este proceso se puede adaptar fácilmente, por ejemplo, en tiendas de ropa.
Logística inversa posconsumo
La logística inversa posconsumo significa devolver los bienes después de que haya terminado su uso original. En este caso será posible crear canales de reciclaje y reutilización.
Se puede utilizar en envases, como vaso para refrescos, o incluso en cápsulas de café. Otro caso se presenta con la reutilización de aceites vegetales.
Ejemplos de logística inversa
Hoy en día, las empresas de todo el mundo están adoptando cada vez más políticas para abordar los residuos durante las compras.
La forma en que gestionan esta área puede variar según el modelo de negocio. Hay casos en los que incluso se ven obligados a cuidar esta parte. Siga algunos de estos ejemplos.
Logística inversa de neumáticos
Los fabricantes de neumáticos están obligados a establecer un proceso de logística inversa. Por lo tanto, lo más habitual es poner a disposición productos que sirvan para crear otros a base de caucho.
En Brasil, Bridgestone es una de las empresas que recolecta neumáticos usados y los envía a las empresas. Estos trituran y recomponen el material, transformándolo en materia prima para aislar pisos, suelas de zapatos, entre otros.
Logística inversa en el envasado de bebidas
Este es un caso tradicional en Brasil donde los envases de vidrio se devuelven y se reutilizan para vender más de ese producto. Esto es lo que hacen la mayoría de los cerveceros.
El reciclaje de PET o envases enlatados también es una forma de política de logística inversa. En este caso, las empresas fomentan la retirada de estos materiales pagando a cambio.
Ciclo de logística inversa
La Logística Inversa trata de repensar la cadena de suministro utilizada en la producción, evitando que el sistema sea lineal y que los productos vendidos tengan como único destino el vertedero.
El ciclo de vida del producto pretende cambiar este escenario, asegurando que los bienes e insumos tengan un uso recurrente, comenzando por el consumidor final, regresando a las operaciones comerciales y al mercado.
En Logística Inversa, lo más habitual es que el ciclo que adoptan los materiales pase por seis fases: Industria, Distribución, Retail, Consumidor, Recogida y Selección, Reciclado y retorno a la fase inicial.
Pero también puede comenzar en el ciclo productivo de la empresa. Por ejemplo, la empresa puede identificar el exceso de papel utilizado en determinados embalajes, lo que genera más residuos y costes. Si se sustituye por envases fabricados con materiales reciclables y de menor volumen, puede suponer un ahorro en todos los aspectos.
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