Pro-laboral es la retribución que una empresa paga a sus socios por el trabajo realizado en la administración. Los socios o accionistas que no participen en las actividades diarias de la empresa no reciben pro-trabajo, solo participación en las utilidades y dividendos.
El significado de la expresión pro-trabajo, que tiene su origen en latín, es "por trabajo". El pro-trabajo es una especie de salario de administrador. Sin embargo, según la legislación laboral, no es lo mismo que un salario. Los beneficios como 13, vacaciones y FGTS (Fundo de Garantia do Tempo de Serviço) no se aplican necesariamente al pro-trabajo. El pago de estos beneficios es facultativo y sólo tiene lugar si así lo definen los accionistas en el estatuto.
Pro-work es una de las formas de retirar dinero de los socios. El otro es la distribución de utilidades y dividendos. La diferencia entre los dos es que, mientras que el pro-trabajo remunera el trabajo del socio, las utilidades remuneran el capital que ha sido invertido por los socios en la empresa. La utilidad es lo que queda después de que la empresa ha cumplido con todas sus obligaciones, es decir, ha pagado todas sus cuentas, incluida la pro-trabajo de los socios.
Obligación pro-empleo
De conformidad con el Decreto n. 3048/99, que define la disciplina de la seguridad social, los accionistas que administran las empresas son considerados contribuyentes obligatorios. La cotización de estos afiliados al INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) se basa en el valor de su pro-trabajo.
En general, la empresa no está obligada a pagar pro-trabajo a los socios que la administran sólo si pasa por un período en el que no existen otras formas de retiro, como utilidades. En otras palabras, todos los miembros deben trabajar como voluntarios, sin siquiera recibir beneficios, como un seguro de salud. Si no, pro-trabajo es obligatorio. Por esta razón, el socio que administra la empresa no tiene derecho a solo obtener ganancias y no a trabajar.
No existe un límite superior para los pro-trabajadores, pero nunca debe ser inferior al salario mínimo. Es sobre el pro-trabajo que se cobra la cotización al INSS de la empresa colaboradora. Para las empresas que opten por Simples Nacional, el aporte del contratista es del 11% y no existe contrapartida empresarial. Las cotizaciones a la seguridad social favorables a los trabajadores se limitan al valor del tope de la tabla del INSS.
El INSS establece tasas de cotización más altas para las empresas que trabajan con sistemas de lucro real o de lucro presunto. Incluso para quienes tienen derecho a solteros, la contribución social puede ser superior al 11% si el compañero tiene otra actividad o un trabajo formal al mismo tiempo.
El MEI (Microempresario Individual) también acepta pro-empleo. Para él, el aporte mínimo al INSS es del 5%. La cotización a la seguridad social se descuenta con la boleta de pago del programa, y no es necesario generar boletín INSS si la empresa depende exclusivamente del trabajo de su dueño.
¿Cómo calcular el pro-trabajo?
El valor de la pro-mano de obra se calcula de mutuo acuerdo entre los accionistas de la empresa. Sin embargo, para que no haya problemas con el IRS, lo ideal es que el monto pactado sea compatible con el salario pagado en el mercado laboral para esta función.
Por lo tanto, la mejor manera de determinar el valor de un pro-job es averiguar cuánto gastaría la empresa en salarios si contratara a un empleado para realizar la función de gestión que actualmente desempeñan los socios.
Algunos empresarios, para pagar menos INSS o menos IRPF, optan por declarar que sólo cobran un salario mínimo favorable a los trabajadores. Estos contratistas, sin embargo, pueden tener problemas en caso de una inspección. Una retribución tan baja por el puesto al frente de la empresa -incluso inferior a la de los empleados- puede dar lugar a sospechas de mala fe, con la posible calificación de evasión fiscal.
¿Cómo se registra el pro-trabajo?
Dado que el trabajo profesional no es un salario, el empresario no recibe un cheque de pago. En su lugar, el contador de la empresa emite un declaración pro-laboral servir como comprobante de ingresos para el administrador.
Después de recibir este tipo de compensación, el administrador suele firmar un recibo pro-trabajo. El modelo de este documento debe incluir la fecha, la fuente del pago (razón social y CNPJ), el domicilio de la empresa y el nombre del beneficiario, con su número de registro CPF e INSS. El recibo también incluye el valor bruto y neto de la pro-laboral y los valores de los descuentos referentes al IRPF y la carga de la seguridad social.
En los libros de la empresa, la pro-mano de obra se registra como un gasto administrativo. Esto se puede hacer en la cuenta de gastos de la junta o en la cuenta de sueldos de administración. En los informes contables, la pro-mano de obra se considera un gasto operativo.
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